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Clarión

Vanitas vanitatis ergo carpe diem

Vanitas vanitatis ergo carpe diem ¡Hay que ver qué bien estamos cuando estamos bien!
Resulta que llevo una semana con un ripio (y no precisamente de los usados en poesía) que no para de hacerse notar, el muy c... (cretino quiero decir) que finalmente me llevó a urgencias el pasado viernes. Teniendo en cuenta lo poco o nada que me gusta a mi el ambiente hospitalario: ese rumor, ese aroma, esa "decoración"... puedo suponer y supongo afirmativamente que el dolor de riñón y el malestar que tenía era superior a la fobia expresada al ambientazo hospitalero.
Total que allá que me fui: que ahora te pongo ahora te quito (el gotero con Nolotil), ahora haz pipí, ahora te vampirizo la vena a través del surtidor "A" que te pongo (eso sí, con tres grifos de lo más "in"), que ahora te plaqueo y te escaneo y con todo ese trajín en silla de ruedas disfrazado de senator del Populusque Romanus, yendo arriba y abajo por toda la clínica. ¡Qué patético resulta todo!: "Vanitas vanitatis". Aún así "cogito ergo sum" y mientras esta semana comienza el proceso de destrucción por bombardeo feroz e inmisericorde contra el piedro "Carpe diem".
Espero poder decir en breve: ¡qué peso me he quitado de encima!

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